Es una metodología de trabajo grupal, participativa-vivencial, entendiendo el grupo como una matriz de renacimiento existencial, resignificando al sí mismo y en relación a los otros, donde aparecen aspectos esenciales de la interacción con el mundo.
Dicha matriz por tanto habla de cierta cualidad de las relaciones y vínculos entre los miembros, que el sistema de biodanza iría progresivamente favoreciendo para que el grupo actúe como un sostenedor de la vivencia, entendiéndose a ésta como el dispositivo operativo de los ejercicios, donde “la inducción frecuente de determinados tipos de vivencias reorganiza las respuestas frente a la vida” (Toro, R. 1995).
A lo largo de nuestra evolución y socialización hemos ido perdiendo habilidades e instintos básicos que nos conectan con nuestras emociones, con la naturaleza, el entorno y los demás. Hemos aprendido a separar mente corazón y cuerpo, dejando a este último muchas veces en el más absoluto olvido. ¿Acaso somos conscientes de cómo caminamos, cómo respiramos o cómo nuestro cuerpo reacciona a determinadas situaciones o personas? Pues ahí se encuentra una increíble sabiduría que el ser humano posee y que hemos ido perdiendo a lo largo de nuestra “avanzada civilización”.
La biodanza pretende, a través de la conexión con la música, el movimiento, las sensaciones corporales y el contacto no verbal con los demás, re-educarnos hacia una forma de sentir y estar en el mundo más instintiva, más auténtica y completa. Busca, dentro de un espacio de grupo seguro, la conexión entre nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestra alma, llevándonos a sentirnos más plenos, en armonía y por lo tanto, más sanos y felices.
ORÍGENES
La biodanza fue creada en la década de los 60 por el psicólogo y antropólogo Rolando Toro, en Santiago de Chile. Su trabajo de investigación con enfermos mentales y los efectos que determinados ritmos musicales tenían en ellos, le llevó a darse cuenta de que la música poseía un poder curativo capaz de producir efectos físicos y mentales beneficiosos en ellos, y por lo tanto en cualquier ser humano.
Tras más de veinte años estudiando y desarrollando esta técnica, Rolando Toro elaboró un sistema que él denominó de integración humana, renovación orgánica, reeducación afectiva y reaprendizaje de las funciones originarias de vida. Su metodología consiste en inducir vivencias integradoras por medio de la música, del canto, del movimiento y de situaciones de encuentro en grupo.
Rolando Toro hablaba de cinco funciones universales, comunes a todas las personas y que denominó Líneas de Vivencia. Éstas son: Vitalidad (Aumento de la alegría de vivir), Sexualidad (despertar la fuente del deseo), Creatividad (capacidad de expresar, innovar y construir), Afectividad (capacidad de hacer vínculo con las otras personas) y Trascendencia (conexión con la naturaleza y el cosmos).
En el transcurso de nuestra vida, vamos desarrollando estas cinco funciones fundamentales. Pero en muchas ocasiones no llegamos a desarrollarlas en su totalidad debido a los obstáculos que nos vamos encontrando. La biodanza trabaja estimulando estas funciones en toda su plenitud.
En la actualidad se ha extendido por todo el mundo y la biodanza, como sistema integral terapéutico, se imparte tanto a modo de crecimiento personal como para sanar síntomas físicos o psicológicos.
BENEFICIOS
Se ha hablado de múltiples beneficios de la práctica regular de biodanza. Entre ellos:
-Fomentamos la alegría de vivir, la risa, el humor. El sentido lúdico y el juego.
-El placer de hacer las cosas frente a un mundo cargado de obligaciones.
-Nos vemos a nosotros mismos, cómo somos en realidad, cómo nos manejamos. Ampliamos por lo tanto nuestro autoconcepto y nuestra estima.
-Mejoramos nuestro estado corporal, aportando flexibilidad, ritmo y la conciencia de nuestro cuerpo.
-Generamos energía, vitalidad. Incluida la energía sexual.
-Desarrollamos la creatividad, la originalidad a la hora de buscar soluciones y alternativas.
-Mejoramos nuestras relaciones, el contacto con los demás, nuestra afectividad en el grupo y la comunicación.
-Nos ayuda a superar miedos e inseguridades. A enfrentarnos, en un espacio seguro, a aquello que tememos.
-Fomenta la expresividad y equilibrio emocional, ayudándonos a superar cualquier problema en este sentido (fobias, depresiones, ansiedad,…)
-Nos ayuda a relajarnos, a respirar y a aliviar tensiones y dolores, a fomentar una vida relajada y reducir el estrés.
-Nos ayuda a conectar con nuestra voz interior, nuestros instintos.
-Fortalece la salud física. Refuerza el sistema inmunológico.
-Nos ayuda a desarrollar un sentido de la vida, el placer por vivir, aprender y superar situaciones.
Info: http://centrodebiodanza.cl/